Postales de Viaje

 Postales de viaje

En LV LIMA VICTOR se han publicado bajo el título de Viajes Inolvidables los relatos de los recorridos que, planificados previamente, apuntaban exclusivamente a visitar lugares aeronáuticos. Pero también en el curso de los viajes que realizamos por otros motivos no nos privamos de visitar algún aeródromo que se nos cruza por el camino. Por cierto estas escalas inesperadas requieren de cierto grado de “preparación” de nuestros eventuales compañeros de viaje y como nuestros compañeros son frecuentemente nuestras respectivas esposas, la “preparación” implica algo de “negociación” y una pequeña dosis de engaño. Pero cuando viajamos con hijos o amigos la “preparación” no resulta necesaria y frecuentemente son ellos los que ofrecen detenerse en los aeródromos que van apareciendo sobre la ruta para hacerme feliz (y creo también para contener mi locura por los aviones para muchos de ellos incomprensible). Una aclaración que deben tener en cuenta los lectores es que el contenido de esta sección no se reproduce en la edición impresa y por lo tanto las sucesivas notas que se publiquen se preservarán en este blog. Además se incluye un listado de las que sean publicadas.

1°Aeródromo de Colón (CON) Provincia de Buenos Aires 23 de abril de 2023.

2° Villa General Belgrano (VGB) Provincia de Córdoba 16-25 de abril de 2024

Villa General Belgrano (VGB) Provincia de Córdoba, 16 al 25 de junio de 2024

Deseo advertir a los lectores que esta “Postal de Viaje” terminó siendo completamente distinta a las que he publicado antes en esta sección del blog o en la revista, ya que si bien siempre estuve cerca de los hechos contemporáneos que relato en la presente postal, solo participé personalmente en unos pocos. La realidad es que la visita que tenía planeada la realizó otra persona por mi: el amigo Cristian Blum, a quien por otro lado, solo conozco por teléfono (o mejor dicho por WhatsApp) quien me llevó a recorrer caminos que no imaginaba que se me iban a abrir.

El Cessna 210N LV-OCO en vuelo rumbo a Allen el 20 de abril de 2024 (Cristian Blum)

Lo cierto es que el jueves 18 de abril partí rumbo a Los Reartes en el Valle de Calamuchita en la Provincia de Córdoba, con mi esposa y dos matrimonios amigos para compartir unos días vacaciones en “La Casona”, que era propiamente eso: una casona criolla de 1829 donde había funcionado una posta. Claro está que de esa posta no quedaba nada y la casa se había modernizado aunque mantenía el diseño característico de las viviendas del siglo XIX con amplias galerías dispuestas en ángulo recto que se encontraban en la cocina que inexorablemente se transformó en el centro de reunión con largas charlas y mateadas. Los restantes integrantes del grupo no tenían más aspiraciones que descansar y caminar (poco) por este pintoresco pueblo que también mantiene su fisonomía original ya que prácticamente se reduce a una calle principal con su correspondiente iglesia jesuítica y pulpería (auténtica) y un par de calles más (además de los sectores urbanizados a partir de mediados del siglo XX para atender las necesidades del turismo)

Fernando Giordana y Cristian Blum a bordo del Cessna 210N LV-OCO en el vuelo rumbo a Allen 20 de abril de 2024 (Cristian Blum)

Nadie tenía nada programado salvo disfrutar de los inigualables asados que prepara René y los excesos gastronómicos generados por Gustavo  que es un exquisito chef. Pero  yo tenía un proyecto. Los Reartes está ubicado a pocos kilómetros de Villa General Belgrano (en adelante “la villa”) que es muchísimo más grande y se caracteriza por albergar muchos descendientes de alemanes. Pero lo más importante es que la villa tiene aeródromo y aero club. De modo que tal como lo hago desde hace unos años comencé por buscar una persona de referencia en el aeródromo y como de costumbre recurrí a mi buen amigo Jorge Martínez del Aero Club Rosario quien me pasó el nombre y el contacto por WhatsApp de Cristian Blum, jefe de aeródromo de la villa, tesorero de la Comisión Directiva del aero club e instructor del mismo.


El Extra 300LC LV-CJP piloteado por Sergio Marinhas formado junto al Cessna 210N LV-OCO en vuelo rumbo a Allen 20 de abril de 2024 (Cristian Blum)

Viajamos el jueves 18 de abril, dejé pasar un día y el sábado lo llamé a Cristian pero lo encontré a punto de partir por tierra para Monte Buey (Provincia de Córdoba) donde tiene su base Aerofumigaciones Bell Ville S.C. de Victor y Sergio Marinhas y donde se encontraría precisamente con Sergio y con Fernando Giordana para volar a Allen Provincia de Río Negro y asistir el Festival “Allen Vuela” que organizaba el aero club local y cuya programación acrobática incluía la inigualable participación de Sergio Marinhas.


El Pitts S-1-11B LV-X562 en “Allen Vuela” el 21 de abril de 2024 (Aero Club Allen)

Cristian voló en el Cessna 210N LV-OCO de Aravia SA con Fernando Giordana en los comandos y documentó su viaje con una serie de hermosas fotos del momento en que el Extra 300LC LV-CJP piloteado por Marinhas los sobrepasa en la ruta a Allen¸ una del Cessna 210N tomada desde el avión de Marinhas y otra de Giordana y Cristian en el interior del 210N en el curso del vuelo. El festival fue un éxito y generosamente Cristian tuvo el gesto de compartirme una serie de excelentes fotos cuyo crédito corresponde al aero club organizador del festival, de las cuales no he podido resistir la tentación de publicar algunas acompañando esta nota. La misma ya comenzaba con algunas aspectos distintos, pues el relato se iniciaba con experiencias y fotos ajenas y en una geografía ubicada a aproximadamente de 800 kilómetros del aeródromo de la villa que en mi proyecto inicial iba a ser el único protagonista del relato.

El Extra EA320 LV-IUN en “Allen Vuela” el 21 de abril de 2024 (Aero Cub Allen)

Dino Moliné y su Laser Edge 230  LV-X501 en  “Allen Vuela” el 21 de abril de 2024 (Aero Club Allen)


 Sergio Marinhas en su Extra 330LC LV-CJP en  “Allen Vuela” el 21 de abril de 2024 (Aero Club Allen)

En ausencia de Cristian mi amigo René ofreció llevarme el domingo 21 para hacer un reconocimiento previo del aeródromo que está ubicado en una especie de meseta a unas pocas cuadras del acceso a la villa. Aunque sabía que no iba a encontrar a nadie y que todos los hangares estarían cerrados, la atracción  que ejercen sobre mí los campos de aviación es irresistible y lógicamente acepté el ofrecimiento. En pocos minutos llegamos al mismo y lo primero que llamó la atención de René fue un terreno ubicado frente al aeródromo en el cual había una multitud de cipreses piramidales. “Arboles de cementerio” le respondí (después me enteraría lo acertado que había sido mi comentario). El predio del aeródromo era muy atractivo ya que ocupaba un terreno con una leve ondulación situado a una altura de 840 mts. sobre el nivel del mar, mientras que la altura de la ciudad se fija en los 720 mts. En el mismo se había marcado una pista de 740 mts. de largo por 30 mts. de ancho, con orientación 16/34. Llegamos al lugar cerca del mediodía de un día frio pero con sol y realmente daba para quedarse un rato tirado sobre el pasto esperando la llegada de algún avión. Pero los aviones estaban todos encerrados en los cuatro hangares ubicados a la derecha del edificio de material donde se encuentra la sede y el buffet. Los hangares indiferentes parecieron no registrar nuestra presencia y no se prestaron al “juego de la rendija” que practico en ocasiones como esta, que consiste en meter un ojo en la rendija que suelen dejar los portones de los hangares cuando están cerrados y tratar de identificar los aviones que hay en su interior. Los tres primeros hangares parabólicos pertenecen al aero club y a continuación de los mismos se encuentra el moderno hangar en el que Willy Tufro guarda su helicóptero Robinson R-44. Solo encontré una rendija en el primer hangar a través de la cual pude ver la matrícula LV-NIO pintada sobre el fuselaje del PA-11 (c/n 20496) del aero club y la parte delantera de un triplaza Piper PA-12

Hangares del Aero Club Villa General Belgrano 21 de abril de 2024 (René Márquez)

Otra vista de la línea de 
hangares del aeródromo del Aero Club Villa General Belgrano 21 de abril de 2024 
(Marcelo Miranda)

Cristian regresó de Allen el lunes 22 y quedamos encontrarnos en el aero club el día siguiente pues él tenía cita con un alumno para darle instrucción pero precisamente el martes 23 cambió el clima, comenzó a lloviznar y la clase se suspendió. Solo me quedaban dos días más en “La Casona” y desgraciadamente fueron dos días en los que la llovizna alternaba con la neblina, de modo que el viernes emprendí el regreso a Rosario sin haber conocido personalmente a Cristian y sin haber visitado el aeródromo para tomar fotos de los aviones hangarados allí. Pero Cristian compensó mi frustración pues a partir de ese martes 23 comenzó a enviarme un material digitalizado excelente sobre una historia que yo no conocía y a la que seguí por un rastro que se iniciaba en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial, que luego me llevó a la Ciudad de Córdoba donde estaba instalado el Instituto Aerotécnico, continuaba transitando por el aeródromo de la villa, luego cruzaba la calle para pasar por el terreno de los cipreses y finalmente me llevaba a la localidad de Vicuña Mackenna, Provincia de Córdoba, distante unos 180 kms. al sur de la villa. Esta nueva historia se debe narrar antes de completar la historia del aeródromo y aero club de la villa.

Pista 34/16 del Aeródromo Villa General Belgrano 15 de abril de 2024 (Cristian Blum)

Pero para introducir a los protagonistas de esta historia debo saltar algunas etapas y comenzar por el terreno de los cipreses ya que resultó ser que los cipreses que sorprendieron a mi amigo René efectivamente eran “arboles de cementerio”, pues los mismos crecían en el Cementerio Alemán de la villa y Cristian me hizo saber que allí estaban enterrados el Dr. Reimar Horten y su esposa, con lo que increíblemente el notable diseñador alemán se incorpora a este relato.

Reimar Horten con uniforme de la Luftwaffe durante la II Guerra Mundial (Internet)


Curriculum vitae de Reimar Horten 12 de abril de 1950 (Cristian Blum)

Es bien sabido que en la “cacería” de científicos alemanes que se produjo al terminar la Segunda Guerra Mundial nuestro país consiguió atraer a varios y entre ellos estaba el Dr. Reimar Horten que junto a su hermano Walter se dedicaba a la concepción de aviones sin grupo de cola o alas volantes. Al estallar la Segunda Guerra Mundial fue incorporado a la Luftwaffe ya que formaba parte de la reserva y alcanzó el grado de capitán de la reserva hasta que fue rápidamente licenciado en 1941 para que pudiese formar la Horten Flugzeugbau GmbH para retomar sus tareas de investigación y diseño. No resultó fácil que un concepto tan avanzado como el del ala volante fuese aceptado pero en su curriculum vitae de 1950 (al que hago referencia mas abajo) Horten recuerda que cuando comenzó a diseñar y fabricar alas volantes toda la industria aeronáutica alemana estaba en contra de este concepto pero que sobre el final de la guerra casi todos los diseños de aviones de combate estaban configurados como alas volantes. Esto incluía su diseño más avanzado, el caza Ho 229 bireactor de 1945, del que construyó tres prototipos y la Luftwaffe encargó 40 ejemplares de serie a la Gothaer Waggonfabrik que no se llegaron a fabricar por el fin de la guerra. En 1947 Horten escapó de Alemania y pudo llegar a Argentina donde firmó un contrato con el Instituto Aerotécnico que primero lo asignó al equipo de Kurt Tank. Pero debido a las discrepancias entre ambos diseñadores, se acordó que Horten formase su propio equipo y entre sus integrantes estaba el piloto de pruebas Heinz Scheidhauer quien es un eslabón principal en esta cadena de coincidencias.

Tumba de Reimar Horten y su esposa Gisela en el Cementerio Alemán de la villa (Cristian Blum)

Homenaje a Reimar Horten de los “Aviadores Civiles Argentinos” en su tumba (Cristian Blum)

En realidad hemos dado este largo viaje en el tiempo para llegar a Scheidhauer ya que el mismo tuvo un rol fundamental en el nacimiento del aeródromo de la villa. Scheidhauer fue un eximio piloto de planeadores muy activo en la meseta de Wasserkuppe donde se desarrolló el vuelo a vela en Alemania. Durante la Segunda Guerra Mundial fue piloto de planeadores de transporte de tropas DFS 230 y estuvo en los comandos de uno de los planeadores de este tipo que descendió sobre la fortaleza fronteriza belga de Ében-Émael para somertela y permitir que la Wehrmacht atravesase la frontera para pasar  a Francia en mayo de 1940. En Argentina, ya se ha visto que integró el equipo de Horten y realizó dos importantes vuelos en planeadores que este había diseñado. El 11 de noviembre de 1953 batió el record nacional de distancia y de destino prefijado para planeadores al recorrer 320 kms. acompañado de Héctor Bravo en  un I.Ae.34 Clem Antú (denominado por Horten H.XVa). Además, el 30 de octubre de 1956 fue el primero en cruzar la Cordillera de los Andes en planeador empleando un ala volante IA-41 Urubú (diseñada por Horten como H.XV.c). El vuelo lo realizo en compañía del piloto argentino Claudio Dori que usó el Slingsby Sky 34 LV-EEN de origen inglés y diseño convencional.

Heinz Scheidhauer con uniforme de la Luftwaffe durante la II Guerra Mundial (Internet)

Pero debemos primero terminar con la historia de Horten en la Argentina. Luego de dejar el Instituto se mudó a Athos Pampa (en la montaña cerca de la villa) y preparó su curriculum vitae para presentar a posibles empleadores. Afortunadamente una residente de la villa ha preservado este documento de una carilla (tamaño oficio) de fecha 12 de abril de 1950 escrito por Horten a máquina, que contiene su curriculum y termina con una foto (tipo carnet) pegada en el papel y su firma autógrafa. Para mi sorpresa  Cristian me hizo llegar una copia digitalizada de este histórico documento. Pero no se conoce que ninguna empresa lo haya incorporado y Horten se dedicó a trabajos de consulta para otros equipos de diseño y vivió en Athos Pampa hasta su muerte el 14 de agosto de 1993. Tanto él como su esposa Gisela, a quien conoció porque ofició de intérprete en la primera entrevista de Horten con Peron, están enterrados en el cementerio de los cipreses.


Heinz Scheidhauer (con sombrero) y José Videla frente al I.A.46 LV-ZNN (José Videla)

Cuando Horten se retiró del Instituto Aerotécnico, Scheidhaeur hizo lo propio y eventualmente formó una empresa de aeroaplicación denominada Servicios Agro Aéreos Martin Fierro que habría de tener base tanto en Vicuña Mackenna como en Villa General Belgrano donde vivía Scheidhauer. En esa empresa volaba José Damian Francisco Videla, piloto aeroaplicador que en 1969 habría de participar en el segundo curso para aeroaplicadores realizado en Pehuajó. Cristian me proporcionó también su contacto y siguiendo entonces el rastro llamé a Videla. Este me relató una historia que ya me había adelantado Cristian. En 1967 había surgido la posibilidad de realizar algunos trabajos de aeroaplicación en la zona de la villa y para ello fueron allí Videla y Scheidhauer para hacer limpiar un potrero que parecía adecuado y marcar una pista a la que luego volvieron en vuelo con el I.A.46 Ranquel LV-ZNN (c/n 12) de la empresa que fue el primer avión en aterrizar en ese aeródromo, que es el actualmente ocupado por el aero club. Así. este veterano piloto, operó intensamente en la aeroaplicación con su Ranquel. En función de su extensa experiencia  Scheidhaer fue elegido en 1963 para reproducir el vuelo realizado por las 14 provincias en 1932 por un Ae.C.2 Tenga Confianza. Para ello se separó de la línea de montaje el I.A.46 c/n 033 que fue matriculado LV-IAE a nombre de la Secretaría de Aeronáutica y con esta aeronave el piloto alemán inició el vuelo el 4 de mayo de 1963 desde Aeroparque y lo completó exactamente 25 horas y 18 minutos después en Río Cuarto.  En 1973 Scheidhuaer vendió su casa en la villa, transfirió la empresa a Videla y regresó a Alemania donde falleció en el 18 de octubre de 2006

Piper PA-11 LV-NIO del Aero Club Villa General Belgrano 25 de abril de 2024 (Cristian Blum)

En este punto se cierra el círculo y volvemos al año 1967 cuando Scheidhauer y Videla realizan los primeros vuelos desde lo que luego sería el aeródromo de la villa. Luego, en 1970 un grupo de vecinos de la villa encabezados por Justo Américo Ramirez funda el Aero Club Villa General Belgrano del cual Ramirez fue su primer instructor. Posteriormente se bautiza el aeródromo con su nombre. Pero faltaba todavía una etapa más. Ya he señalado que el viernes 26 de abril debí regresar a Rosario sin haber podido fotografiar los aviones hangarados en el aeródromo de la villa. Pero también de esto se encargó Cristian pues el sábado se ocupó de sacar del primer hangar el PA-11 LV-NIO y el PA-12 LV-GJJ (c/n 12-686) del aero club para tomar excelentes fotos de los mismos y dentro del segundo hangar fotografió el Piper J-4A LV-GHA (c/n 4-1641) y el Luscombre 8A Silvaire LV-RID (c/n 4949). Con ello quedaban para un próximo viaje a Los Reartes los aviones que estaban encerrados en el tercer hangar: el PA-18A-150 LV-FPB (c/n 18-5426) propiedad de Cristian y dos Cessna 172 cuya identidad desconozco.

Piper PA-12 LV-GJJ del Aero Club Villa General Belgrano 25 de abril de 2024 (Cristian Blum)

Quedaron también como materias pendientes para el próximo viaje a Los Reartes: encontrarme personalmente con Cristian,  visitar nuevamente el aeródromo de la villa para conocer el contenido del tercer hangar y cruzar la calle para entrar al Cementerio Alemán y detenerme unos minutos frente a la tumba de Horten para rendirle un homenaje en silencio a este brillante científico alemán cuyos diseños de la Segunda Guerra Mundial, particularmente el Ho 229, guardan un asombroso parecido con el más moderno de los bombarderos estratégicos de la USAF de EE.UU.: el ala volante Northrop Grumman B-2.

Piper J-4A LV-GHA en el Aeródromo General Belgrano 25 de abril de 2024 (Cristian Blum)

Luscombe 8A Silvaire LV-RID en el Aeródromo General Belgrano 25 de abril de 2024 (Cristian Blum)

Marcelo W. Miranda




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